Tema: Psicólogos del Futuro
Área: Tecnologías Digitales al Servicio de la Psicología Clínica
Autora: Jéssica Pérez
Hoy en día los profesionales en psicología han tenido que adaptarse al uso de nuevas tecnologías de la información y comunicación, lo que evidentemente ha evolucionado el concepto de acudir a terapia, facilitado en algunos casos, la utilización de herramientas psicoterapéuticas que acompañan el proceso terapéutico y consecuentemente dan una atención mucho más versátil a sus pacientes. Se debe tomar en cuenta también que en pleno siglo XXI y con la nueva ola de la tecnología los problemas que han traído las nuevas actualizaciones, desembocan en múltiples situaciones de carácter social que afectan sobre todo a la población joven, la cual está inmersa en este mundo digital, donde su vida ha llegado a depender del uso de las mismas y el contacto con su mundo real se ha visto alterado, ocasionando en casos más graves diversas patologías de carácter cognitivo, conductual y relacional, de manera que es un fenómeno que los profesionales en psicología deben comprender para así contribuir al conocimiento y buscar las soluciones más adecuadas a dichas situaciones sin que se pierda la empatía, la ética y la moral que caracteriza a estos profesionales.
Hablar acerca de
que las nuevas tecnologías van a aportar a la evaluación psicológica no es algo
nuevo, así en este ámbito tenemos las aplicaciones de la Web 2.0 que como bien
lo describe Armayones et ál., (2015), van a permitir al usuario aportar datos personales
que favorezcan la creación de un doble escenario, que en un primer momento va a
permitir la evaluación individual a través de aplicaciones en smartphones que
servirán para recoger información personal in situ sobre diferentes variables y
así poder evaluar de grandes volúmenes de datos utilizando programas como Big Data,
que permiten el acceso a grandes cantidades de información de diferente
usuarios, clasificándola de acuerdo a criterios que el profesional necesite, de
manera que facilite el manejo y almacenamiento de la misma y también sirva como
base para el estudio del comportamiento humano a nivel macro y micro de forma simultánea.
Por otro lado, Acero
et ál., (2020) menciona que el empleo de nuevas tecnologías por parte de los profesionales
de la salud mental ha ido en aumento, independientemente de la rama que sigan y
de su práctica profesional, los psicólogos están integrando, desarrollando y
actualizando técnicas psicoterapéuticas a partir del uso de herramientas
digitales, ya sea de manera rutinaria u ocasional, sin duda cabe mencionar que
la telepsicología no representa una nueva especialidad clínica, ya que las telecomunicaciones
han existido desde hace mucho tiempo atrás, sin embargo las diferentes situaciones
que han acontecido en el mundo, como el desarrollo industrial, el crecimiento poblacional
y la evolución tecnológica han impulsado y posicionado a la telepsicología como
una de las alternativas más aptas para aquellos usuarios que contemplen la
posibilidad de acudir a terapia, gastando menos recursos y obteniendo mayores
beneficios.
Siguiendo esta
misma línea, Baños (2017) menciona que las TICs dentro de la psicología clínica
están teniendo un gran impacto, sobre todo en el área de evaluación y
tratamiento de la diferentes patologías relacionadas con la salud mental, actualmente
se realizan investigaciones para el tratamiento de los trastornos de ansiedad,
estrés, trastorno dismórfico corporal, entre otros que a causa de la adicción
al internet han experimentado ciertos grupos de la población, así mediante el
uso de la realidad virtual se están proponiendo nuevas estrategias para el
tratamiento de las mismas, superando barreras importantes con el fin de
alcanzar el reto de diseñar tratamientos personalizados que lleguen a cada uno
de los usuarios en el momento y lugar que lo requieran y consecuentemente también
aportaría al enriquecimiento del conocimiento en cuanto al estudio del comportamiento
humano.
Ahora bien, en
cuanto al perfil profesional que se espera de las nuevas generaciones de
psicólogos en la era digital, Lamas y Distéfano (2015, citado por Martinez et
ál., 2015), refieren que aquellos profesionales encargados del cuidado de la
salud mental deben ser dúctiles y actualizados, con habilidades para el trabajo
interdisciplinar con apertura al aprendizaje colaborativo, flexibilidad ante los
cambios, dominio y empleo de nuevas herramientas digitales, que a su vez
analicen e intervengan en las conductas de los sujetos dentro del marco
relacional tecnológico en el cual la humanidad se encuentra inmersa en la
actualidad.
Dentro del mismo orden
de ideas, González et ál., (2017) plantea retos y recomendaciones que los
profesionales en salud mental deben tomar en cuenta para mantener la seguridad
de sus pacientes y que la terapia al contrario de perjudicar, beneficie y que
sobre todo el usuario se encuentre cómodo con esta modalidad. Así tenemos que
es necesaria una especialización profesional en el uso de tecnologías,
aceptación de códigos éticos, obtención del consentimiento informado por parte
del cliente,confidencialidad, custodia y medidas de seguridad con los datos personales
de los pacientes, manejo de los instrumentos o pruebas virtuales certificados
para su uso telemático e información sobre la legislación que regula su
relación con el cliente. De esta manera el profesional cumple con requisitos básicos
de seguridad y confidencialidad que se requiere en un proceso terapéutico como
se lo haría normalmente con el uso de métodos tradicionales.
En conclusión, con
el devenir de la era tecnológica, la psicología ha tenido que adaptarse a un sinnúmero
de cambios y actualizaciones, en donde los profesionales de la salud mental también
han tenido que formarse y actualizarse para buscar, desarrollar e implementar técnicas
en beneficio de sus pacientes, sin duda no ha sido una tarea fácil debido a las
diferentes posturas a favor y en contra que ha provocado esta evolución, sin
embargo no se puede dejar de lado que ha contribuido a la mejora de la calidad
de vida de los pacientes, comunidad y sociedad en general, poniendo de manifiesto
intervenciones terapéuticas actuales que han mejorado la situación de muchos de
los pacientes e incluso han hecho mucho más fácil su seguimiento, por ende los
profesional en el ámbito de la salud mental deben estar en una constante formación
profesional a la vanguardia de nuevas técnicas que surjan, siempre procurando
la ética profesional y la empatía que los caracteriza, estableciendo el contacto
adecuado con sus pacientes, así como también la confidencialidad y seguridad que
cada uno de ellos merece, al acudir a un espacio neutral de ayuda y entendimiento
que proporcione información adecuada y mejora la calidad de vida de las
personas.
Referencias
Bibliográficas
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R., Del Barrio, V y Olmedo, M. (2017). Uso de las nuevas tecnologías por parte
de los psicólogos españoles y sus necesidades. Clínica y Salud, 28 (2). https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-52742017000200081
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Nueva Editorial Universitaria. https://www.researchgate.net/publication/302568661_Avances_y_Desafios_para_la_Psicologia
Acero, P., Cabas,
K., Caycedo, C., Figueroa, P., Patrick, G y Martinez, M. (2020). Telepsicología
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Armayones, M.,
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Sara, B. (2015). Psicología 2.0: oportunidades y retos para el profesional de
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153-160. http://www.papelesdelpsicologo.es/resumen?pii=2571
Baños, R., Guillén,
V., Botella, C., García, A y Fernández, F. (2018). Reflexiones acerca de la
utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en
Psicología Clínica: eficacia, ventajas, peligros y líneas futuras de
investigación. Informaciópsicológica 116. 121-132. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6735210
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